domingo, 9 de noviembre de 2014

¿A qué hora sacas tú, tu basura?

Te resultará una pregunta inusual para que te la haga por aquí, pero el otro día paseando a Mancha, a las 10 de la noche (o cómo se escribiría en inglés, 10 Post Meridian), es cuándo en mi pueblo sacan la basura la gran mayoría de personas, ya sean de la cultura que sean, porque “tirar la basura”, no entiende de religión, política, ideas o pensamientos.
  

Y bien, ¿a qué hora sacas tú la basura? ¿En qué momento del día? Según la normativa del país en el que vivo, la basura se debería sacar entre las 19 h y las 23 h, pero… ¿y la basura de la cabeza y el corazón? ¿Tienes un momento concreto del día para tirarla? O ¿eres de los que la acumula y cuándo empieza a oler, la saca? O mejor… ¿eres de los que la esconde debajo del sofá? (¡Espero que no!)… Y ¿reciclas? Y cuándo lo haces, ¿te haces un lío como yo? Tranquilo, lo importante, es no dejar de hacerlo e ir mejorando nuestras técnicas de reciclaje con el tiempo. 

Es verdad, la basura de casa se suele sacar por la noche. Pero, la basura del corazón y de la cabeza, la solemos sacar cuando menos deberíamos, casi siempre, cuando nos encontramos en un mal momento y es cuándo todos esos sentimientos opacos que tenemos dentro se nos caen encima y empezamos a oler mal por todos lados y desconfiamos de lo que nos rodea, preguntándonos ¿será verdad? O ¿me habrán vuelto a tomar el pelo?

Intento sacar la basura de mi cabeza antes que la del corazón… ¿o es al revés? El caso, es que cuando pienso que ya no tengo “mierda” acumulada sobre un tema, me vuelve a venir un tufillo que habita en mi memoria y me descoloca… Y es que manda narices, nunca mejor dicho, que algunos malos olores, se empeñan en volver, y vuelven, casi siempre, porque tropezamos con una bolsa de basura olvidada en el rellano y al tropezarnos con ella, el mal olor de ésta sale y nos revuelve el corazón y la cabeza (y también, el estómago)... Así que en ese momento, cuando empezamos a dar traspiés y saltitos para no caer, después de recuperar el equilibrio, deberíamos coger esa bolsa y echarla en el primer contenedor que encontráramos, así ese olor, ya no volverá a molestarnos... Lo sé, es fácil decirlo, pero soy consciente que es difícil desprenderse de algunos recuerdos que se acumulan y forman parte de nuestra basura emocional.

Llevo unas semanas en las que he tenido picos de altura equivalentes al Everest y bajones, que me han hecho acercarme al epicentro de la Tierra… Emocionalmente hablando, claro está… Conclusión: me he dado cuenta que no estoy preparada para estar con nadie. Creo que debajo de mi sofá queda basura que escondí hace años y por más que llevo un par de años limpiando, la escoba no llega hasta ella… Por lo que he decidido, comprarme una escoba más larga y con la cabeza más grande y plana, para que no quede una sola pelusilla… Aunque pensándolo bien, voy a cambiar el sofá de sitio, y así no hay duda, que bajo él, no quedará nada.... Y sí, de acuerdo, pelusas debajo del sofá, esté en el sitio que esté, siempre nos encontraremos, pero nosotros decidimos, si nos molestan, más o menos.


Si me permites, te doy algunos consejos para sacar tu basura:
  • Aprende a separar, es decir, recicla bien: el plástico con el plástico, el papel con el papel, el vidrio con el vidrio y así con cualquier otro material reciclable… Y relax, que todos nos hacemos un lío al principio y no sabemos dónde van los tetrabriks, las bombillas, las pilas, el cartón, el plástico que parece papel… Aprende despacito, pero con buena letra… No dejes de aplicar este punto a tu basura emocional, aprende de tu vida, aprende de tu pasado, para recibir al futuro con los brazos abiertos, aprende a vivir el presente, ya que es lo que realmente tienes ahora entre tus manos.
  • Si la basura empieza a oler... ¡SÁCALA! No dejes que ese “tufo” se extienda por toda tu casa y te persiga por todos lados. Este consejo también va por tu basura emocional… Y vale, si empieza a oler mucho, y son las 2 de la tarde, de acuerdo, no es lo ideal, ya que no deberíamos por respeto a los demás, pero antes de que ese olor te asfixie y ahogue, tírala al contenedor, pero ¡ey! no te acostumbres y la próxima vez, sácala cuando deberías, antes de que empiece a oler, ya que a nadie nos gusta oler ni la basura propia, ni la de otros.

  • Ten en cuenta, que veces aquello que tú consideras como basura, hay gente que lo ve como un tesoro, así que sé objetivo con aquello que vas a tirar, y si ves que puede seguir utilizándose, por favor, no lo tires, regálalo o dónalo a una ONG, pues con seguridad habrá personas que se beneficien de lo que tú ya no quieres , uses o no te pongas… Y sí, también puedes aplicarlo a tus residuos emocionales, si ves que alguien está pasando por algo parecido a ti, no dudes en tirarle algún consejo de tu experiencia, porque seguro que aprende de lo que tú has vivido.
  • Y si hace tiempo que no haces limpieza en la casa de tu vida, haz como yo, y empieza a tirar todo aquello que te crea un malestar en tu día a día. Y por basura, me refiero a todo aquello que no te aporta nada, sólo te acumula peso en la mochila que todos llevamos en la espalda.

En fin, procura no acumular basura, sea del tipo que sea, y sácala cuando tengas que hacerlo, y por supuesto, piensa en tu entorno y recicla, que es sano en todos los sentidos... Pero sé íntegro y no dejes tu basura en manos de otros, no cargues con tu basura a los demás


Así que... ¿te animas a tirar tu basura (sea del tipo que sea) en el contenedor y momento adecuados? Yo, estoy en ello.

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